Cambio de vehículo: los médicos van en coche
Muchos médicos rurales acuden ahora a visitar a sus pacientes montados en un Opel 4/8 CV, el llamado «coche del doctor». La velocidad máxima es de 50 a 55 km/h; el vehículo, de dos plazas y con un asiento trasero abatible, tiene la mitad del techo cubierto por una lona y una bocina manual.
Los cálculos de rentabilidad demuestran que un automóvil pequeño resulta más barato que un coche de dos caballos, con sus costes de cochero y pienso, alquiler del establo, etc. Además, el automóvil es más rápido que el coche de caballos y también menos peligroso al ser menor su masa. La estadística de accidentes también parece hablar a favor del automóvil: en los años 1906/1907 se registran en Alemania sólo 196 choques entre vehículos de motor, mientras que la cifra de accidentes provocados por los coches de caballos, asciende a 1.336. Las primeras discusiones sobre la utilidad que el automóvil podía tener para los médicos, surgen ya entre 1906/1907, como se evidencia en las revistas médicas británicas y francesas de la época. Así, el Journal of the American Medical Association saca en 1906 un número especial dedicado al tema “Automobiles for Physician’s Use” (“Automóviles para el uso del médico”). Se discuten las ventajas y desventajas de los distintos tipos de propulsión (gasolina, electricidad y vapor).
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